A través de todo el
libro de Efesios podemos ver lo que somos al estar en Cristo, y los beneficios
que en Él tenemos. En primer lugar podemos ver que al estar en Cristo somos
BENDITOS, porque él nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares
celestiales (V.1 del capítulo 1). Esto significa que por la victoria de Cristo
Jesús podemos disfrutar de sus beneficios. Inmediatamente después vemos,
además, que somos ESCOGIDOS por él antes de la fundación
del mundo(V.4). Avanzando un poco más, también vemos que el Padre nos ADOPTÓ
COMO HIJOS SUYOS por su voluntad; y en él somos ACEPTOS(V.6).
Continuando con el
capítulo 1 vemos en estos versículos que siguen, unas cuantas cosas más que
somos y tenemos en Cristo. Una de éstas es, REDENCIÓN por su sangre, PERDÓN DE PECADOS, y nos mostró su voluntad(Vs.7,8,9). En Cristo
Jesús somos HEREDEROS, porque en él tenemos HERENCIA(V.11). Al tener herencia,
somos SELLADOS con el Espíritu Santo de
la promesa(V.13). Cuando en el versículo siguiente se habla de “arras” esto
significa que nosotros tenemos un anticipo de la promesa, que lo podremos
disfrutar en forma completa cuando estemos en la gloria.
Avanzando un poco
más, en los versículos 17 y 18 del mismo capítulo primero, vemos que otra de
las cosas que Cristo nos da es, espíritu de sabiduría y revelación para que
conozcamos más de él, y así, nos abre el entendimiento para que tengamos cada
vez más revelación acerca de las verdades más profundas de la fe.
Entrando ya en el
capitulo 2 nos encontramos con la palabra clave aquí: GRACIA, la cual significa
regalo, bondad excepcional de parte de Dios a los seres humanos. Es decir, que
según los versículos 8 y 9 la gracia de Dios se manifestó a nosotros dándonos
el regalo inmerecido de la salvación a través de Cristo. Porque debemos tener claro
que Dios nos dio este regalo a pesar de no merecerlo por estar muertos en el
pecado; y que no teníamos posibilidad alguna de obtener el perdón por nuestros
propios méritos. La salvación es un don de Dios, un regalo que a Él le place
darnos por su infinita misericordia y bondad, y que sólo podemos recibir a
través de la fe. Por eso es importante recalcar que no es por obras ni mérito
propio.
Ligado directamente
a esto también tenemos que en Cristo Jesús hemos sido RECONCILIADOS con Dios,
por medio de la cruz. Porque sólo por su perdón fuimos librados de la
condenación, y nuestra deuda con el Padre pudo ser pagada por su obra redentora.
En el capítulo 3
podemos ver que Él nos da fortaleza a través de su Espíritu, porque habita
Cristo por la fe en nuestros corazones; y también por su Espíritu somos llenos
de toda la plenitud de Dios(Vs.16-19).
Ya en el capítulo 4
vemos que Dios nos da diferentes dones para que seamos de edificación a la
iglesia, para perfeccionar a los creyentes para la obra del ministerio; y esto
es algo que Cristo mismo nos da para que nos ayudemos y edifiquemos en
amor(Vs.11-16).
Por último, ya
avanzando al capítulo 6 vemos que Dios nos equipa con diferentes armas
espirituales, para que podamos hacer frente con eficacia, a los ataques de
nuestro enemigo el diablo. Esto nos muestra que el Señor nunca nos deja solos
ni con las cosas a medias; él siempre nos provee de todo lo que
necesitamos. Porque nuestra lucha no es
contra sangre ni carne, es por eso que él nos da las armas espirituales que
están especificadas en su Palabra, y nos insta a tomarlas cuando nos dice que
tomemos toda la armadura(Vs. 15-19).
Entonces,
resumiendo, hemos visto que al estar en Cristo somos Salvos por gracia,
Benditos, Escogidos, Perdonados, Herederos, Aceptos, somos Hijos Suyos,
Redimidos, Reconciliados, y somos Sellados con el Espíritu Santo. En cuanto a
lo que tenemos al estar en Cristo se cuenta, el tener Herencia, Bendición, tenemos
Salvación y Perdón de nuestros pecados por su gracia infinita. También al estar
en Cristo gozamos del beneficio de tener los Dones que él nos da para que
seamos de edificación a la iglesia. Además también nos provee de Armadura
espiritual para que podamos tener victoria sobre el enemigo.
Haciendo asimismo
un breve resumen, hasta aquí hemos visto algunos beneficios de los que gozamos
al estar en Cristo. Es decir, lo que somos y tenemos en él, sólo tomando el
libro de Efesios.
SILVIA’13.