No temas. Papá te lleva en sus brazos y te cubre con su manto.
Ya no estés triste, Él te consuela y enjuga tus lágrimas.
Ya no te sientas solo, Él siempre está a tu lado.
Si lloras, Él contigo se duele. Y si ríes, Él también reirá.
Si acaso te caes, Él te levantará.
Si te lastimas, Él con amor vendará tu herida.
No temas. Papá te llevará en sus brazos cuando a ti te falten las fuerzas para caminar, y su mano fuerte siempre te sostendrá.
En lo peor del desierto también te guardará; aún del rayo del sol, de las víboras o las fieras; de todo peligro tu vida protegerá.
A lo largo de todo el camino, Papá nunca te abandonará. En todo momento caminará a tu lado, y te guiará. Así sea que por el fuego o por el agua vayas, Él te guardará y nadie te podrá hacer mal.
A tu Tierra Prometida Papá quiere llevarte, y todo lo mejor poder darte. Ahora y siempre.
En todos los días de tu vida, Él siempre a tu lado permanecerá.
Papá en todo tiempo contigo estará. Siempre sus brazos estarán dispuestos a abrazarte, su corazón a perdonarte cuando fallas, porque su misericordia nunca se agota. Y Papá siempre te levantará en sus brazos en lo más difícil del camino, con ternura y bondad.
Papá con tierno amor cuida de ti, porque a tu lado Él siempre está. En cada momento de tu vida, en cada día, en cada instante, y por toda la eternidad.
Referencias bíblicas: Salmo 91:4-6,10-13; Is. 43:2.