viernes, 18 de noviembre de 2011

La voluntad de Dios.

   Al referirnos a este tema, es importante que recordemos que la voluntad de Dios siempre va a ser lo mejor para nosotros, y está ligada al propósito o plan que Dios tiene para tu vida. Ahora bien, dentro de la voluntad de Dios tenemos dos clases; una es la voluntad permisiva, que es cuando Dios permite que suceda algo aunque él no esté de acuerdo con eso. Porque muchas veces, por razones que la mente humana no alcanza a comprender, Dios permite que sucedan ciertas cosas sin que él intervenga. Además también es importante que recordemos que el Señor respeta nuestro libre albedrío, y por esa razón él no nos forzará en nuestras decisiones. Por supuesto, que Dios nos hablará, nos advertirá de algún peligro, por ejemplo, pero la decisión de oír Su voz siempre será de nosotros. Por esto mismo, si acaso tomamos una mala decisión  es más que claro que pagaremos las consecuencias. Del mismo modo, si procedemos en contrario, las consecuencias también serán de acuerdo a eso. En resumen, es de esto que trata la voluntad permisiva de Dios.

    Luego tenemos la voluntad Perfecta y Soberana de Dios, que es de la que se habla en Romanos 12:2, entre otros pasajes. Esta es la voluntad de Dios para nuestras vidas, por la cual él siempre quiere lo mejor para nuestras vidas (Filp. 2:13, 1 Tim. 2:3-4). Es decir, que a través de su voluntad soberana  y perfecta, él va mostrándonos el plan  que tiene para cada uno de nosotros. Esto es lo que Dios quiere y espera que hagamos mientras estemos en la tierra, que cumplamos nuestra misión aquí: que Dios busca bendecirnos para que seamos de bendición a los demás. Entonces, cuando se habla de misión encierra todo esto, y es nuestro desafío descubrir cuál es nuestra misión, nuestro llamado y nuestra tarea a cumplir aquí.

    Por eso busquemos en todo tiempo vivir en su voluntad perfecta y soberana. Porque así sabremos con certeza lo que Dios quiere para nuestra vida; y así no andaremos errantes, a la deriva, preguntando a cualquiera ni averiguando por cualquier lado lo que Dios quiere para nosotros.

    Entonces, ¿En cual de las voluntades eliges vivir? Demás está decir que la respuesta a esta pregunta no es complicada para quien escoge vivir de acuerdo a lo que dice la Palabra.  Porque es en la Palabra donde encontrarás la mejor guía para conocer la divina voluntad de Dios para tu vida. En pocas palabras, seamos como María, y no como Marta: elijamos la mejor parte.