jueves, 4 de agosto de 2011

El agua y el fuego.

En la Biblia se compara al Espíritu Santo con el agua y con el fuego. No es al azar esto. Se habla del bautismo en agua y del bautismo en fuego. Jesús fue bautizado en agua por Juan el Bautista, pero seguidamente recibió el bautismo en el Espíritu Santo, que se manifestó en forma de paloma. La iglesia naciente recibió el bautismo, la llenura, en el Espíritu en el aposento alto, y comenzaron a hablar en otras lenguas (Hech.2).

   Pero lo que quiero remarcar ahora es por qué, al referirnos al Espíritu Santo, se usa la analogía del agua y del fuego. O más específicamente, para referirnos a su obra en nosotros.

   Al hablar del agua sabemos que esta sirve para limpiar lo que está sucio. También el agua nos calma la sed y nos refresca. Por eso mismo cuando hablamos de su Santo Espíritu decimos que este nos limpia, calma nuestra sed espiritual, y nos refresca en nuestro interior. Es decir, que su Espíritu Santo está dentro nuestro para limpiar lo que está sucio en nuestro corazón, nos calma la sed y renueva nuestra vida. Él sana nuestras heridas, nos da nuevas fuerzas y sabiduría. Su Santo Espíritu es el agua más pura y cristalina que hay. Por eso debemos permitir que esa corriente de agua invada nuestra vida y nos inunde completamente. Jesús también lo llama ríos de agua viva  en Juan 7: 37-38. Y esto es así porque en él hay vida y poder. El Espíritu Santo es el agua que limpia nuestras vidas, y es el río torrentoso que siempre debe correr en nuestro interior.

   Además también la Biblia usa el fuego para referirse al Espíritu Santo. Porque el fuego puede dar calor como asimismo, quemar y consumir completamente algo. Entonces vemos que cuando viene la llenura en el Espíritu, es como un fuego que viene a nuestra vida. Es un poder tan grande que viene a nosotros que se lo compara a un fuego que quema y consume. En el libro de Hebreos además vemos que dice que el Señor es fuego consumidor. De esta manera decimos que su Santo Espíritu es como un fuego que quema y consume todo lo que no sirve de nosotros; y así somos llenos de él. Además nos reviste de un poder sobrenatural para poder cumplir  el plan de Dios en la tierra, ya que sin él nada podríamos hacer.

   Por eso es tan importante que el agua de Su Espíritu limpie nuestras impurezas, sea bálsamo que sane las heridas, y sean ríos de vida que corran en nuestro interior todos los días. Nunca permitas que estos ríos se sequen, sino deja que fluyan libremente en tu vida.

   Del mismo modo cuando decimos que es un fuego que quema todas nuestras obras carnales, y las consume completamente; asimismo es un fuego que da fuerza y vigor a nuestra vida, manifestando su gloria y su poder. Por eso también es tan importante que esa llama no decaiga ni se apague en nosotros, jamás.

   Nunca dejes que nada de este mundo apague esa llama, ese don, que arde y que Dios ha encendido en ti (1Tim. 4:14). Nunca permitas que nada ni nadie corte el fluir de los ríos de agua viva que hay en ti.

   Por eso es que hoy te animo a que esos ríos puedan fluir en tu interior, y que el fuego de su Espíritu llene tu vida completamente. Es mi oración en esta hora que tu vida sea inundada totalmente del agua de su Espíritu. También es mi deseo que su Fuego Santo llene completamente tu interior, y que nunca más vuelvas a estar seco ni apagado; sino que puedas contagiar al mundo entero de su poder.
Silvia ‘11





Dios es el que te levanta.

   En Isaías 54: 12-17 hay un maravilloso ejemplo de la misericordia y el amor de Dios. En este pasaje vemos como Dios le habla a su pueblo Israel con palabras de restauración y de aliento. Porque aunque su pueblo le había dado la espalda, él no se quedó enojado con ellos sino que los perdonó. Dios los levantó y los restauró. Asimismo el Señor puede levantar y restaurar tu vida hoy. No importa por lo que hayas pasado, o si en algún momento tu le diste la espalda a él. Lo que realmente vale es que si te vuelves a Dios, y con todo tu corazón le buscas, él te responderá. Aún si estuvieras caído en lo más profundo; aún si estuviste alguna vez en lo más alto, y lo perdiste todo. No mires cuan grande o cuan chico pueda ser tu drama o  problema, ya que de cualquier modo que sea, Dios te puede levanta y bendecir. Nada hay para el Señor que sea difícil o imposible.

   Por eso es importante que sepas que él quiere ponerte en alto y restaurarte en todas las áreas de tu vida. Su voluntad es que puedas disfrutar de todo lo bueno que tiene para ti. Él quiere que seas cabeza y no cola. Lo que has perdido lo recuperarás con creces, como Job. Más aún, los que quieran hacerte daño no podrán, ya que Dios siempre va a estar contigo. De este modo puedes estar plenamente convencido que si estás caído, su mano te levantará y te pondrá en alto. No estás solo, él está contigo para ayudarte y fortalecerte. Hoy es tu día de victoria. Hoy es el tiempo en que recuperarás siete veces lo robado y ya no volverás a estar abajo. Todos los días de tu vida vivirás en bendición, y no sólo tú, sino toda tu casa y aún tus hijos disfrutarán de estos beneficios. Porque Dios es el que te levanta y te honra. Él seca tus lágrimas y te sana hasta lo más profundo de tu ser. Por eso mismo hoy es el día en que Dios quiere restaurarte en todo para que ya nunca más vuelvas a estar abajo. Recuerda que él es tu escudo y el que levanta tu cabeza. A ti te toca confiar en su mano de poder para que él pueda obrar. Porque eres importante para Dios, a él le interesa verte bendecido. En este día el Señor quiere levantarte para que seas una bendición para otros, y que Su Gloria puedas manifestar a través de tu vida.

   Por todo esto es que quiero animarte en esta hora, y decirte que Dios hoy te levanta y te restaura completamente. Entonces, ya no debes estar triste ni caído. Lo primero que debes hacer es cambiar tu manera negativa de ver las cosas, y verlas como Dios las ve. Porque es verdad que Dios tiende su mano hacia ti, pero además tu debes extenderla hacia él, para que así te puedas levantar y recibir todo lo que el Señor quiere darte. Es decir, sanarte, restaurarte, bendecirte y honrarte por confiar sólo en él. Porque hoy es el día en que lo hace todo nuevo en tu vida.
Silvia’11